OBJETIVO : TRABAJAR RESPETO, RESILIENCIA Y TOLERANCIA A LA FRUSTRACION
Me gustaría empezar este tema con la frase "La valentía no es la ausencia del miedo, sino la fuerza para seguir hacia adelante a pesar del miedo" Paulo Coelho.
Hace unos años la palabra "ninis" no estaba muy difundida, sin embargo, últimamente la escuchamos con mayor frecuencia, esta palabra hace referencia a los jóvenes que no estudian ni trabajan, pero aquí un paréntesis, es cierto que las oportunidades laborales a nivel mundial se han reducido por el avance de la tecnología y la falta de desarrollo económico de parte de los gobiernos, sin embargo, los llamados ninis que en la mayoría son de la generación millenials han sido en mi opinión la generación del experimento, muchos psicólogos alzaron la voz para decir que la educación vertical de padres a hijos no era lo aconsejable, que los padres debían empezar a ser amigos /cómplices de los hijos, a no ordenar sino a negociar, a no exigirles algunos deberes, a nunca decir "no" sino el podrías? o quisieras?, a mantenerlos activos nunca aburridos, si son solitarios invitar amigos a la casa o llevarlos a lugares para que sociabilicen, en resumidas cuentas la gratificación inmediata de los padres hacia los hijos, convirtiéndonos sin querer en proveedores de una equivocada felicidad. En mi opinión con esa generación se han cometido muchos errores en el trabajo de fortalecimiento del carácter (conjunto de cualidades psíquicas y afectivas que condicionan la conducta de cada individuo), la deserción laborar en este grupo etario es muy alta, al igual que la deserción en los estudios, la carencia de una crianza basada en valores, limites y normas claras impactan en una autoestima débil, baja tolerancia a la frustración, la idea equivocada de la gratificación inmediata, el mandamiento del mínimo esfuerzo, etc,, todas estas vivencias les hace ver que son victimas de un mundo hostil que les genera ansiedad y en muchos casos depresión.

En conclusión, con lo único que estoy de acuerdo de todos los cambios de la crianza antigua es que el grito y el golpe no son necesarios para educar bien, el papel de los padres y el papel de hijo deben estar muy bien delimitados a través del dialogo y el establecimiento de reglas y normas propias de la convivencia en familia, como padres estar conscientes que somos un referente para nuestros hijos, siendo coherentes con lo que les pedimos y con lo que damos, un punto principal de partida para construir toda esta fortaleza en el carácter de nuestros hijos, es el respeto, uno de los valores que permiten vivir en paz, tener una convivencia sana en base a normas y reglas, el respeto implica reconocer en si y en los demás los derechos y las obligaciones. Los invito a trabajar con sus hijos algunos ejercicios para ir desarrollando la fortaleza de sus capacidades:
- a saber esperar, deben tener claro que la gratificación o recompensa no es inmediata,
- el respeto por las opiniones y opciones de los demás, esto es lo que inicia una buena amistad,
- que desarrollen algunas tareas del hogar, teniendo en cuenta la edad,
- cumplir las normas y reglas de la familia, como horarios para dormir, para uso de tecnología, los horarios para estar en familia no deben ser postergados,
- enseñarles que los errores son parte de ir creciendo y nos sirven mucho para aprender,
- que la buena actitud es el arma mas efectiva para lidiar con los retos y que la mala suerte no existe, solo son resultados de nuestras elecciones.
No les hablemos del miedo para que lo eviten, hablemos del miedo como una experiencia desconocida que todos debemos enfrentar, es la única manera de conocer e ir ganando experiencia de vida, conforme el niño va madurando los miedos son mayores, dentro de los principales; no ser aceptados por sus pares, al abandono de las personas de su entorno cercano, a enfrentar situaciones y personas desconocidas, etc., si el niño esta fortalecido emocionalmente enfrentará todos estos miedos convirtiéndolos en experiencias y luego en enseñanzas para su vida, acuérdense que la mejor frase es "debemos ser buenos padres para los hijos", hagamos el mejor esfuerzo por ser lo suficientemente analíticos con nosotros mismos y con nuestros hijos, si mañana queremos hijos fortalecidos y capaces de hacer frente a los retos de la vida.